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Conclusión “El otro camino. Cuarenta y cinco años de trinchera en trinchera”
El insomnio es un placer y una tortura. El lugar común de los políticos: yo duermo a pierna suelta, no tengo cargos de conciencia. Es una coartada.
Yo si tengo insomnio.
Padezco la derrota. No haber asaltado el cielo me atormenta.
Perdimos.
Cuando Pablo Neruda hablaba de los barbudos de sierra maestra y decía” no tenían más ramas que la aurora”. Yo me lo creía.
La historia vil y mezquina, lo desmintió, nos desmintió.
Claro que tenían armas. Las utilizaron para aplastar a sus pueblos. Para intentar extender sus dominios. A nombre de la libertad, la igualdad y la justicia.
Encarcelaron a sus pueblos.
Construyeron aparatos de dominación en todos los ámbitos de la vida.
La política, cancelando derechos.
La económica, erigiendo poderes insultantes para los desposeídos.
La cultural, cancelando opciones ajenas a sus doctrinas.
La planetaria encerrando sus sociedades en la aldea, la isla, paradisíaca inmune a la contaminación imperial.
La hambruna para los jodidos a nombre de la equidad.
La impunidad para los mafiosos protegidos para operar las peores inmundicias, sí éstas reportaban ganancias para el “Estado Revolucionario”.
Todo a nombre de La Revolución.
Cuando cayó el Muro, me alegré.
No escondo mi vanidad pequeño burguesa de haber acertado en mis premoniciones.
Se había caído un imperio de simulación.
No calculé sus consecuencias.
La euforia se sustituyó por la desilusión.
Los conservadores festinaron el fin de la historia.
Se había terminado con la utopía.
Ahora sólo contaría la fría moral de la competencia.
La rapiña era la divisa de los nuevos tiempos.
Atrás quedaban las ilusiones de la igualdad, la fraternidad y la libertad.
En nuestra aldea había una deuda anacrónica: construir la democracia.
Terminar con el reino de la dictadura perfecta.
Nada para el sueño sesentayochista de exigir lo imposible.
Minucias ante la aspiración de acabar con la alienación y la explotación capitalistas.
Poco, muy poco, para resarcir los sacrificios de una generación que soñó con asaltar el cielo.
Un gran salto adelante para cimentar las bases de una república de ciudadanos.
Libre de la opresión estatista del Ogro Filantrópico.
Miseria ante la disyuntiva: socialismo o barbarie.
Insignificante para superar la miseria.
Había que atreverse a enlodar las banderas libertarias a cambio de reformas burguesas.
Apostar a lo viable.
Sumarse a los hijos dinásticos de poder que ofrecían la posibilidad de vencer a los detentadores de un poder basado en el engaño, la corrupción y la hipocresía.
Guardar, por un rato, las aspiraciones libertarias a cambio de una escala democrática.
Poco, casi nada, para las ensoñaciones libertarias.
Mancharse con lo posible.
Postergando lo utópico.
Órale.
No se podía escatimar nada, a nombre de la fantasía.
Sólo una exigencia: coherencia.
Peleamos y perdiendo ganamos.
Exhibimos al sistema autoritario.
Juntamos a los locos, con los que se sentían despojados del poder y querían perpetuar su dinastía revolucionaria.
La depositaria de la tradición revolucionaria.
Nos envolvimos en la bandera de la soberanía.
Fuera la expansión imperial.
Nada con los destructores de la arcadia mexicana.
La democracia era una coartada para perpetuar nuestra aldea inmaculada.
Tirar, como los aztecas, los trastes viejos de una identidad de barro.
Todo por la dignidad nacional.
Nos enfrascamos en mil y una escaramuzas por ganar y derrotar los procedimientos antidemocráticos.
Sumando aliados y combinando procesos los arrinconamos.
Conseguimos lo impensable en reglas democráticas.
Les quitamos el control de las elecciones.
Construimos órganos ciudadanos e independientes.
Volteamos la tortilla electoral.
Cuando teníamos todo a nuestro favor, no pudimos ser hegemónicos.
Se nos atravesó un ranchero, simpático y dicharachero.
Consumó la hazaña: sacó al PRI de Los Pinos.
Algunos vencimos el miedo a la inquisición y lo apoyamos.
Ganamos.
Pagamos caro nuestra herejía.
“Idiotas inútiles, cómplices de la derecha” fue lo menos que nos dijeron.
Fue el peor negocio político.
Ganamos y no disfrutamos la victoria.
El ganador se arrugó.
Sacó al PRI de los Pinos y lo metió por la ventana.
Escuchó el canto de las sirenas medrosas y no se atrevió a cortar las cabezas de las víboras negras y las tepocátas.
Pactó con el dinosaurio en lugar de aplastarlo.
Irritó a los eternos dueños del poder de manera gratuita.
Frustró la esperanza del cambio.
Los frutos podridos heredados del poder autoritario se sublevaron.
Los capos de los medios aunaron su coro para caricaturizarlo.
Los charros sindicales gozaron su apología y fortalecieron sus cadenas de control.
Los jueces asestaron puñalada tras puñalada contra la aplicación de la justicia y eximieron a los criminales de todo tipo.
Los genocidas cantaron victoria.
Todo mundo olvidó de dónde veníamos.
La democracia sin demócratas mostró su pequeñez.
Los chavos mandaron a la goma los logros alcanzados.
Extraviados, confundidos y emputados nos mandaron al averno por ingenuos y culeros.
Renació la nostalgia por el Estado de mano firme contra la impericia y falta de oficio de los intrusos derechistas y mochos.
La restauración se convirtió en un animal de dos cabezas.
Los viejos credos estatistas renacieron y se adueñaron de la escena.
El PRI se transfiguró en dos partidos.
Sacaron a patadas o con canonjías a la vieja izquierda del Partido del matrimonio imposible: ni revolución ni democracia, todo para los caciques del México precarista.
Dedocracia ya, chamba para todos.
El lema de los círculos infernales del poder basado en la dádiva, la propina y la mordida se convirtió en divisa de la izquierda clientelar.
No asaltamos al cielo.
Brotaron a chorros nuevas preguntas.
Nos quedamos sin respuestas.
El camino largo, sinuoso, trágico y poblado de trampas y decepciones sigue desafiándonos.
No hay certidumbres.
Los dogmas y teorías se hicieron añicos.
Territorio fértil para la impostura.
Viejos soñadores trocaron sus esperanzas libertarias por el hueso.
La casa de campo, la residencia en Coyoacán, se convirtieron en emblemas sustituyendo los viejos códigos de lucha.
Total que tanto es tantito.
Seguirán entonando la Internacional, llorando con la Nueva Trova siempre y cuando el cheque de la Dieta llegue puntual y sin descuentos fiscales.
No hay que desanimarse.
Vamos a ganar.
El viejo topo terminará su labor de zapa y el viejo régimen se desplomará,
Cada paso a favor de la libertad se convertirá en trinchera portentosa y la historia no tendrá final.
El rancio menú de la partidocracia no podrá vencer la apetencia insaciable de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
Yo si tengo insomnio.
Padezco la derrota. No haber asaltado el cielo me atormenta.
Perdimos.
Cuando Pablo Neruda hablaba de los barbudos de sierra maestra y decía” no tenían más ramas que la aurora”. Yo me lo creía.
La historia vil y mezquina, lo desmintió, nos desmintió.
Claro que tenían armas. Las utilizaron para aplastar a sus pueblos. Para intentar extender sus dominios. A nombre de la libertad, la igualdad y la justicia.
Encarcelaron a sus pueblos.
Construyeron aparatos de dominación en todos los ámbitos de la vida.
La política, cancelando derechos.
La económica, erigiendo poderes insultantes para los desposeídos.
La cultural, cancelando opciones ajenas a sus doctrinas.
La planetaria encerrando sus sociedades en la aldea, la isla, paradisíaca inmune a la contaminación imperial.
La hambruna para los jodidos a nombre de la equidad.
La impunidad para los mafiosos protegidos para operar las peores inmundicias, sí éstas reportaban ganancias para el “Estado Revolucionario”.
Todo a nombre de La Revolución.
Cuando cayó el Muro, me alegré.
No escondo mi vanidad pequeño burguesa de haber acertado en mis premoniciones.
Se había caído un imperio de simulación.
No calculé sus consecuencias.
La euforia se sustituyó por la desilusión.
Los conservadores festinaron el fin de la historia.
Se había terminado con la utopía.
Ahora sólo contaría la fría moral de la competencia.
La rapiña era la divisa de los nuevos tiempos.
Atrás quedaban las ilusiones de la igualdad, la fraternidad y la libertad.
En nuestra aldea había una deuda anacrónica: construir la democracia.
Terminar con el reino de la dictadura perfecta.
Nada para el sueño sesentayochista de exigir lo imposible.
Minucias ante la aspiración de acabar con la alienación y la explotación capitalistas.
Poco, muy poco, para resarcir los sacrificios de una generación que soñó con asaltar el cielo.
Un gran salto adelante para cimentar las bases de una república de ciudadanos.
Libre de la opresión estatista del Ogro Filantrópico.
Miseria ante la disyuntiva: socialismo o barbarie.
Insignificante para superar la miseria.
Había que atreverse a enlodar las banderas libertarias a cambio de reformas burguesas.
Apostar a lo viable.
Sumarse a los hijos dinásticos de poder que ofrecían la posibilidad de vencer a los detentadores de un poder basado en el engaño, la corrupción y la hipocresía.
Guardar, por un rato, las aspiraciones libertarias a cambio de una escala democrática.
Poco, casi nada, para las ensoñaciones libertarias.
Mancharse con lo posible.
Postergando lo utópico.
Órale.
No se podía escatimar nada, a nombre de la fantasía.
Sólo una exigencia: coherencia.
Peleamos y perdiendo ganamos.
Exhibimos al sistema autoritario.
Juntamos a los locos, con los que se sentían despojados del poder y querían perpetuar su dinastía revolucionaria.
La depositaria de la tradición revolucionaria.
Nos envolvimos en la bandera de la soberanía.
Fuera la expansión imperial.
Nada con los destructores de la arcadia mexicana.
La democracia era una coartada para perpetuar nuestra aldea inmaculada.
Tirar, como los aztecas, los trastes viejos de una identidad de barro.
Todo por la dignidad nacional.
Nos enfrascamos en mil y una escaramuzas por ganar y derrotar los procedimientos antidemocráticos.
Sumando aliados y combinando procesos los arrinconamos.
Conseguimos lo impensable en reglas democráticas.
Les quitamos el control de las elecciones.
Construimos órganos ciudadanos e independientes.
Volteamos la tortilla electoral.
Cuando teníamos todo a nuestro favor, no pudimos ser hegemónicos.
Se nos atravesó un ranchero, simpático y dicharachero.
Consumó la hazaña: sacó al PRI de Los Pinos.
Algunos vencimos el miedo a la inquisición y lo apoyamos.
Ganamos.
Pagamos caro nuestra herejía.
“Idiotas inútiles, cómplices de la derecha” fue lo menos que nos dijeron.
Fue el peor negocio político.
Ganamos y no disfrutamos la victoria.
El ganador se arrugó.
Sacó al PRI de los Pinos y lo metió por la ventana.
Escuchó el canto de las sirenas medrosas y no se atrevió a cortar las cabezas de las víboras negras y las tepocátas.
Pactó con el dinosaurio en lugar de aplastarlo.
Irritó a los eternos dueños del poder de manera gratuita.
Frustró la esperanza del cambio.
Los frutos podridos heredados del poder autoritario se sublevaron.
Los capos de los medios aunaron su coro para caricaturizarlo.
Los charros sindicales gozaron su apología y fortalecieron sus cadenas de control.
Los jueces asestaron puñalada tras puñalada contra la aplicación de la justicia y eximieron a los criminales de todo tipo.
Los genocidas cantaron victoria.
Todo mundo olvidó de dónde veníamos.
La democracia sin demócratas mostró su pequeñez.
Los chavos mandaron a la goma los logros alcanzados.
Extraviados, confundidos y emputados nos mandaron al averno por ingenuos y culeros.
Renació la nostalgia por el Estado de mano firme contra la impericia y falta de oficio de los intrusos derechistas y mochos.
La restauración se convirtió en un animal de dos cabezas.
Los viejos credos estatistas renacieron y se adueñaron de la escena.
El PRI se transfiguró en dos partidos.
Sacaron a patadas o con canonjías a la vieja izquierda del Partido del matrimonio imposible: ni revolución ni democracia, todo para los caciques del México precarista.
Dedocracia ya, chamba para todos.
El lema de los círculos infernales del poder basado en la dádiva, la propina y la mordida se convirtió en divisa de la izquierda clientelar.
No asaltamos al cielo.
Brotaron a chorros nuevas preguntas.
Nos quedamos sin respuestas.
El camino largo, sinuoso, trágico y poblado de trampas y decepciones sigue desafiándonos.
No hay certidumbres.
Los dogmas y teorías se hicieron añicos.
Territorio fértil para la impostura.
Viejos soñadores trocaron sus esperanzas libertarias por el hueso.
La casa de campo, la residencia en Coyoacán, se convirtieron en emblemas sustituyendo los viejos códigos de lucha.
Total que tanto es tantito.
Seguirán entonando la Internacional, llorando con la Nueva Trova siempre y cuando el cheque de la Dieta llegue puntual y sin descuentos fiscales.
No hay que desanimarse.
Vamos a ganar.
El viejo topo terminará su labor de zapa y el viejo régimen se desplomará,
Cada paso a favor de la libertad se convertirá en trinchera portentosa y la historia no tendrá final.
El rancio menú de la partidocracia no podrá vencer la apetencia insaciable de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
Prefacio MÁS PASÓ EN LA VIDA QUE EN EL TIEMPO, QUE EN LO RECORDADO Y EN LO ESCRITO
MÁS PASÓ EN LA VIDA QUE EN EL TIEMPO, QUE EN LO RECORDADO Y EN LO ESCRITO
Hace un poco más de diez años Enrique Krauze me sugirió que escribiese mi testimonio en torno a los movimientos sociales y políticos en los que he participado. Añadió, hazlo con calma, sin pensar en un texto fugaz, sino toma nota diariamente en un cuaderno de tus recuerdos y tómate todo el tiempo necesario, un año, cinco, diez, los que sean.
Un poco estimulado por la propuesta de Enrique me dispuse a escarbar en mis papeles. Revueltos y amontonados en cajas, folders, sobrevivientes de varios cambios domiciliarios y matrimoniales o bien de ataques de paranoia persecutoria, había miles de documentos de todo tipo.
Recortes periodísticos de huelgas estudiantiles, sindicales, acusaciones difamatorias de participar en acciones guerrilleras, congresos partidistas, conferencias universitarias y de prensa, mítines, desplegados a favor de todo tipo de causas, tanto las políticamente correctas como las sistemáticamente perdidas. Fotografías con todo tipo de cuates y no tan cuates; grabaciones de programas radiofónicos, entrevistas en la tele, videos de acontecimientos políticos insólitos (no de los de moda a raíz de la difusión de las “producciones Ahumada) documentos interminables de la liturgia comunista e izquierdista, credenciales y gafetes de Congresos. Incluso copias certificadas, por supuesto, de las fichas de las policías políticas elaboradas en mi contra. Conseguidas gracias a la apertura de los archivos, lograda recientemente.
En fin, un baúl de nostalgias, recuerdos de una larga travesía en busca de la libertad. Eso sí ni una bala, ni ninguna orden de excomunión.
No tomé las notas que aconsejó Krauze, a cambio me sumergí en ese océano de papeles.
Los ordené como pude y luego los digitalicé.
Con ese archivo y la traicionera memoria, me dispuse a bosquejar Así lo cuento.
Aventura poblada de alegrías, amistades, solidaridades, miedos, perversiones, espejismos, pesadillas vivientes, victorias y derrotas. Errores y aciertos.
Todas asociadas al sueño de cambiar la vida.
Cuando le pedí a Pepe Woldenberg me hiciera el prólogo de Así lo cuento comentó, con cierta malicia de la buena, a ver cómo le haces para conciliar una militancia comunista con tus aspiraciones por la libertad.
Casi me deja grogui.
Luego pensé. Sí está en chino eso de ser militante comunista y convencido soñador por un mundo de Libertad.
Pero ese es precisamente el chiste.
Las grandes batallas de mi generación, tanto la del país donde nací y he vivido, (perdón pero mi cursilería no llega al extremo de llamarle “mi patria”) como las del resto del planeta fueron casi siempre inspiradas en los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Aunque muchas veces las negáramos y las desdeñáramos por “burguesas”.
Hoy me cae el veinte la importancia de los ideales liberales, como motor de los cambios conseguidos y los que están por venir.
Unas izquierdas acordes al siglo XXI deben recuperar el pensamiento liberal para renovarse.
Mirar al futuro y dejar que los muertos entierren a sus muertos.
Superar el maleficio de convertirnos en estatuas de sal.
Atreverse a dar las batallas contemporáneas, sumando fuerzas sin regatear a unos, lo que se perdona a otros.
Rompiendo con aldeanismos.
Como dijera un anarquista catalán: ser nacionalista irredento es ser idiota. Vaya si lo es.
Ya lo vivimos con Hitler, con el nacionalismo serbio, con el genocidio en Ruanda, con la criminal y absurda política de exterminio mutuo entre palestinos e israelitas. Con tantas plagas contemporáneas de intolerancia, fundamentalismo, racismo y afanes imperiales de dominación como la de Bush en Irak, Afganistán y las que se le ocurran a él y a sus sucesores. Como lo vimos también en los premonitorios sucesos de la banlieue francesa y luego extendidos a buen parte de la “avanzada” Europa, donde la exclusión a los migrantes sumada a la incapacidad de éstos para integrase a sus nuevas realidades generó disturbios sin rumbo, llenos de ira de un lado y de políticas represivas fascistoides de lado del Estado francés.
O en las de sus antípodas del capitalismo desarrollado como Cuba, donde la demencia senil de un dictador evoca la tragedia narrada por Emir Kusturica en su gran film Under Ground. Encerrando a un pueblo entero con la coartada de hacerle frente al “imperialismo”.
Y en un grado diferente con nuestro “nacionalismo revolucionario” y su cortina de nopal de la que hablara Carlos Fuentes. Afortunadamente herido de muerte con la alternancia del 2000. Aunque capaz de regresar bajo los viejos ropajes o con nuevas máscaras, que intentan cubrir el rostro de ancianos burócratas estadólatras, igualmente restauradoras y conservadoras.
No comparto las políticas esquizofrénicas, las de las reservas mentales que combatió Palmiro Togliatti consistentes en proponer “la combinación de todas las formas de lucha” como método para alcanzar el “paraíso” social.
No se puede mamar y dar de topes.
Estoy convencido de luchar por consolidar la democracia en México y en todo el mundo.
A pesar de sus perversiones y sus caricaturas.
No la considero una coartada para “acumular fuerzas” y luego arremeter contra el “Estado
Burgués” e implantar la “dictadura del proletariado”, cualquiera que sea el nombre que le pongamos a esa criatura será un adefesio en contra de la gente y a favor de las tiranías.
La historia no ha terminado.
La utopía seguirá siendo el alimento permanente de la lucha libertaria.
En nuestra mesa del sueño -en la que nos sentamos semanalmente un puñado de náufragos sobrevivientes de la pesadilla totalitaria y promotores de la herejía de poner fin al autoritarismo priista, una de las pocas batallas que hemos ganado- integrada por Gerardo Albino, David Bañuelos, Luis Barquera, Roberto Borja, Alma Rosa Cáñez, Félix Goded, Ricardo Ludlow, Rubén Lau, Jorge Meléndez, Leopoldo Michel, Humberto Parra, Rito Terán y a distancia sus hermanos Liberato y Lorenzo, lo mismo que por la vía satelital Miguel Eduardo Valle el Búho, Pedro López Díaz en mesa matutina; en una mesa vecina compartimos y discrepamos con Javier Guerrero, Vicente Granados y Luis Fernández. No cejaremos en la herejía por alcanzar una sociedad del bien vivir, la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Esa mesa del sueño y las que surjan y proliferen por do quiera, sin más límite que la imaginación, necesita incorporar a muchísima gente, principalmente a los chavos, sin ellos toda apuesta de cambio esta muerta antes de nacer.
Construir con ellos una nuevo comienzo requiere que no se tropiecen con las mismas piedras que nosotros los viejos.
Ojalá este recuento, necesariamente parcial y arbitrario nunca (espero) mentiroso, les sirva para evitar esos tropiezos, aunque seguramente no les ahorrará sus propias pifias.
De todas maneras no niego la cruz de mi parroquia y mis raíces enterradas en el siglo XX, por lo que no resisto reproducir aquí un fragmento del Cambalache de Enrique Santos Discépolo del lejano 1935.
Qué falta de respeto
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stravinsky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carrera y San Martín.
Igual en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón.
Siglo veinte cambalache
problemático y febril;
el que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
Dale nomas, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.
Hace un poco más de diez años Enrique Krauze me sugirió que escribiese mi testimonio en torno a los movimientos sociales y políticos en los que he participado. Añadió, hazlo con calma, sin pensar en un texto fugaz, sino toma nota diariamente en un cuaderno de tus recuerdos y tómate todo el tiempo necesario, un año, cinco, diez, los que sean.
Un poco estimulado por la propuesta de Enrique me dispuse a escarbar en mis papeles. Revueltos y amontonados en cajas, folders, sobrevivientes de varios cambios domiciliarios y matrimoniales o bien de ataques de paranoia persecutoria, había miles de documentos de todo tipo.
Recortes periodísticos de huelgas estudiantiles, sindicales, acusaciones difamatorias de participar en acciones guerrilleras, congresos partidistas, conferencias universitarias y de prensa, mítines, desplegados a favor de todo tipo de causas, tanto las políticamente correctas como las sistemáticamente perdidas. Fotografías con todo tipo de cuates y no tan cuates; grabaciones de programas radiofónicos, entrevistas en la tele, videos de acontecimientos políticos insólitos (no de los de moda a raíz de la difusión de las “producciones Ahumada) documentos interminables de la liturgia comunista e izquierdista, credenciales y gafetes de Congresos. Incluso copias certificadas, por supuesto, de las fichas de las policías políticas elaboradas en mi contra. Conseguidas gracias a la apertura de los archivos, lograda recientemente.
En fin, un baúl de nostalgias, recuerdos de una larga travesía en busca de la libertad. Eso sí ni una bala, ni ninguna orden de excomunión.
No tomé las notas que aconsejó Krauze, a cambio me sumergí en ese océano de papeles.
Los ordené como pude y luego los digitalicé.
Con ese archivo y la traicionera memoria, me dispuse a bosquejar Así lo cuento.
Aventura poblada de alegrías, amistades, solidaridades, miedos, perversiones, espejismos, pesadillas vivientes, victorias y derrotas. Errores y aciertos.
Todas asociadas al sueño de cambiar la vida.
Cuando le pedí a Pepe Woldenberg me hiciera el prólogo de Así lo cuento comentó, con cierta malicia de la buena, a ver cómo le haces para conciliar una militancia comunista con tus aspiraciones por la libertad.
Casi me deja grogui.
Luego pensé. Sí está en chino eso de ser militante comunista y convencido soñador por un mundo de Libertad.
Pero ese es precisamente el chiste.
Las grandes batallas de mi generación, tanto la del país donde nací y he vivido, (perdón pero mi cursilería no llega al extremo de llamarle “mi patria”) como las del resto del planeta fueron casi siempre inspiradas en los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Aunque muchas veces las negáramos y las desdeñáramos por “burguesas”.
Hoy me cae el veinte la importancia de los ideales liberales, como motor de los cambios conseguidos y los que están por venir.
Unas izquierdas acordes al siglo XXI deben recuperar el pensamiento liberal para renovarse.
Mirar al futuro y dejar que los muertos entierren a sus muertos.
Superar el maleficio de convertirnos en estatuas de sal.
Atreverse a dar las batallas contemporáneas, sumando fuerzas sin regatear a unos, lo que se perdona a otros.
Rompiendo con aldeanismos.
Como dijera un anarquista catalán: ser nacionalista irredento es ser idiota. Vaya si lo es.
Ya lo vivimos con Hitler, con el nacionalismo serbio, con el genocidio en Ruanda, con la criminal y absurda política de exterminio mutuo entre palestinos e israelitas. Con tantas plagas contemporáneas de intolerancia, fundamentalismo, racismo y afanes imperiales de dominación como la de Bush en Irak, Afganistán y las que se le ocurran a él y a sus sucesores. Como lo vimos también en los premonitorios sucesos de la banlieue francesa y luego extendidos a buen parte de la “avanzada” Europa, donde la exclusión a los migrantes sumada a la incapacidad de éstos para integrase a sus nuevas realidades generó disturbios sin rumbo, llenos de ira de un lado y de políticas represivas fascistoides de lado del Estado francés.
O en las de sus antípodas del capitalismo desarrollado como Cuba, donde la demencia senil de un dictador evoca la tragedia narrada por Emir Kusturica en su gran film Under Ground. Encerrando a un pueblo entero con la coartada de hacerle frente al “imperialismo”.
Y en un grado diferente con nuestro “nacionalismo revolucionario” y su cortina de nopal de la que hablara Carlos Fuentes. Afortunadamente herido de muerte con la alternancia del 2000. Aunque capaz de regresar bajo los viejos ropajes o con nuevas máscaras, que intentan cubrir el rostro de ancianos burócratas estadólatras, igualmente restauradoras y conservadoras.
No comparto las políticas esquizofrénicas, las de las reservas mentales que combatió Palmiro Togliatti consistentes en proponer “la combinación de todas las formas de lucha” como método para alcanzar el “paraíso” social.
No se puede mamar y dar de topes.
Estoy convencido de luchar por consolidar la democracia en México y en todo el mundo.
A pesar de sus perversiones y sus caricaturas.
No la considero una coartada para “acumular fuerzas” y luego arremeter contra el “Estado
Burgués” e implantar la “dictadura del proletariado”, cualquiera que sea el nombre que le pongamos a esa criatura será un adefesio en contra de la gente y a favor de las tiranías.
La historia no ha terminado.
La utopía seguirá siendo el alimento permanente de la lucha libertaria.
En nuestra mesa del sueño -en la que nos sentamos semanalmente un puñado de náufragos sobrevivientes de la pesadilla totalitaria y promotores de la herejía de poner fin al autoritarismo priista, una de las pocas batallas que hemos ganado- integrada por Gerardo Albino, David Bañuelos, Luis Barquera, Roberto Borja, Alma Rosa Cáñez, Félix Goded, Ricardo Ludlow, Rubén Lau, Jorge Meléndez, Leopoldo Michel, Humberto Parra, Rito Terán y a distancia sus hermanos Liberato y Lorenzo, lo mismo que por la vía satelital Miguel Eduardo Valle el Búho, Pedro López Díaz en mesa matutina; en una mesa vecina compartimos y discrepamos con Javier Guerrero, Vicente Granados y Luis Fernández. No cejaremos en la herejía por alcanzar una sociedad del bien vivir, la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Esa mesa del sueño y las que surjan y proliferen por do quiera, sin más límite que la imaginación, necesita incorporar a muchísima gente, principalmente a los chavos, sin ellos toda apuesta de cambio esta muerta antes de nacer.
Construir con ellos una nuevo comienzo requiere que no se tropiecen con las mismas piedras que nosotros los viejos.
Ojalá este recuento, necesariamente parcial y arbitrario nunca (espero) mentiroso, les sirva para evitar esos tropiezos, aunque seguramente no les ahorrará sus propias pifias.
De todas maneras no niego la cruz de mi parroquia y mis raíces enterradas en el siglo XX, por lo que no resisto reproducir aquí un fragmento del Cambalache de Enrique Santos Discépolo del lejano 1935.
Qué falta de respeto
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stravinsky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carrera y San Martín.
Igual en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón.
Siglo veinte cambalache
problemático y febril;
el que no llora, no mama,
y el que no afana es un gil.
Dale nomas, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el vive de los otros,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.
PUBLICACIONES
AUTOR
1. Joel Ortega Juárez, “El otro camino. Cuarenta y cinco años de trinchera en trinchera”, Fondo de Cultura Económica, México, 2006, 267 p.
2. Joel Ortega Juárez, “El movimiento estudiantil como factor del cambio social. Cuatro casos: 1968; 10 de junio de 1971; CEU: 1986 – Congreso UNAM 1990 y, CGH 1999 – 2000, Tesina para obtener el grado de Licenciatura en Economía, UNAM, México, 2006, 190 p.
3. Joel Ortega Juárez, “El último decenio de la era priísta”, IPN – SEP, México, 2000, 411 p.
COAUTOR
4. ORTEGA Juárez, Joel, Raúl Moreno, Marcelino Perelló, El movimiento (p.31) en Diálogos sobre el 68, Silvia González Marín (compiladora), UNAM, México, 2003, 170 p.
5. ORTEGA Juárez, Joel, Artículos publicados durante 2000, (p. 23) y compilados en Propuestas desde la izquierda al candidato de la transición, Vicente Fox, Col. de artículos, cartas y ensayos del 2000, Raúl Juárez Carro Editorial, México, 2000, 133 p.
6. Ortega Juárez, Joel, Un trigre con colmillos, (pp. 11 y 100) en Asalto al cielo, Océano, México, 1998, 131 p.
7. ORTEGA Juárez, Joel, et al, Testimonios (p. 111) en 1968. Más allá del mito, de Ediciones del Milenio, México, 1998, 153 p.
8. ORTEGA Juárez, Joel, El sindicalismo en la nueva República (p. 35) en Reforma del Estado y sindicalismo, Cuadernos del Seminario No. 15, IESA, México, 1997, 42 p.
9. Ortega Juárez, Joel, La gran reforma laboral pendiente (p.166) en El sindicalismo frente a la crisis y ante la Nación, Memoria, Foro I, IESA – SNTE, México, 1995, 236 p.
10. Ortega Juárez, Joel, La búsqueda de identidad de la izquierda (p. 33) en Hacia un polo de centro izquierda. Primer Foro de Reflexión. Corriente por la reforma democrática del PRD, México, 1995, 63 p.
11. Ortega Juárez, Joel, Revaloración del pensamiento de Carlos Marx, (p.183) en La cada de la hoz y el martillo. Hablan los miembros del Comité Central de Partido Comunista, Edamex, México, 1994, 239 p.
12. Ortega Juárez, Joel, Democracia o barbarie, (pp. 206 y 420) en Chiapas. El alzamiento, La Jornada, México, 1994, 490 p.
13. Ortega Juárez, Joel, El aliado principal del STUNAM son los trabajadores del país, (275 p.) en Solidaridad y el sindicalismo universitario (1972-1980), Foro Universitario, STUNAM, México, 1982, 414 p.
PROLOGUISTA
14. La democracia en México después de la alternancia. Retos y posibilidades, Urías Germán, Gregorio, Porrúa, México, 2003, 139 p.
15. Memorias de un Comunista, Avilés Fabila, René, Gernika, México, 1991, 167 p.
MENCIONES Y CITAS
16. FUENTES, Carlos, Los 68, Random House Mondadori, México, 2005, 474 p. (p.14)
17. GUEVARA Niebla, Gilberto, La libertad nunca se olvida. Memoria del 68, Ediciones Cal y Arena, México, 2004, 333 p. (p. 327)
18. MARTÍNEZ Haro, Laura, Le passé récent vu par le cinéma : Les mouvements d´étudiants dans trois films mexicains, Master Humanité en Sciences Humaines, Études Cinématographiques et Audiovisuales, Universidad Lumiére, Lyon, Francia, 2006. (pp. 3, 21, 22 y 25)
19. TERÁN Lorenzo, Corerepe. Ejido y agrarismo en Sinaloa, Impressart Editorial, Culiacán, Sinaloa, 2006, 255 p. (p.209)
20. PULIDO Aranda, Alberto, El sindicalismo en la UNAM, cifras, hechos y datos, UNAM, 2004, 161 p. (pp. 35, 87, 106, 144, 148, 151 y 153)
21. SOLIS Robledo, Jaime, Rescate para la historia, Editorial Los Reyes, México, 2003, 187 p. (p.5 y contraportada)
22. GONZÁLEZ de Sarabia, Rosa María, Pre-penas de una casa de campaña, Llave maestra, México, 306 p. (pp. 220 a 223)
23. RIVAS Ontiveros, René, 1977. El STUNAM y la huelga de la dignidad sindical, STUNAM, México, 2003, 133 p. (pp. 25, 61, 91, 102)
24. MUSACCHIO, Humberto, Diccionario enciclopédico del Distrito Federal, Raya en el Agua, México, 2000, 510 p. (p.350)
25. CONDÉS Lara, Enrique, 10 de junio ¡No se olvida!, Universidad Autónoma de Puebla, 2001, 87 p. (pp. 69 y 70)
26. RAMÍREZ Beltrán, Tonatiuh, Con el gis en la mano, Ediciones Taller Abierto, México, 2000, 106 p. (p. 99)
27. CASTAÑEDA, Jorge G., La Herencia. Arqueología de la sucesión presidencial en México, Alfaguara, 1999, 550 p. (p. 19)
28. WOLDENBERG, José, memoria de la izquierda, Cal y Arena, México, 1998, 309 p. (p. 182)
29. CASTAÑEDA, Jorge G.,la vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, Alfaguara, México, 1997, 557 p. (p.11)
30. DE LA GRANGE, Bertrand y RICO, Maite, Marcos. La genial impostura, Aguilar, México, 1997, 472 p. (p.375)
31. CASTAÑEDA, Jorge G., Sorpresas te da la vida. México 1994, Aguilar, México, 1994, 173 p. (p. 12 y agradecimientos)
32. TAIBO, Paco Ignacio II, Cárdenas de cerca, Col. México Vivo, Planeta, México, 1994, 157 p. (p. 88)
33. EL FINANCIERO, Unidad de análisis prospectivo, Sucesión pactada. la ingeniería política del Salinismo, Plaza y Valdés, México, 1993, 230 p. (p. 6)
34. LÓPEZ Díaz, Pedro, Capitalismo: Teoría y crisis, Facultad de Economía, UNAM, México, 1993, 263 p. (Dedicatoria)
35. CONDÉS Lara, Enrique, Los últimos años del Partido Comunista Mexicano (1969-1981), Universidad de Puebla, 1990, 221 p. (pp. 193, 209 y 248)
36. CARR, Barry, La izquierda mexicana a través del siglo XX, ERA, 1996, 423 p. (p. 288 y 389)
37. DE BORBÓN y Parma, María Teresa, Cambios en México, Tecnos, España, 1990, 286 p. (p. 95)
38. GARCÍA Cantú, Gastón, Años críticos. la UNAM, 1968-1987, Textos de Ciencias Sociales, UNAM, México, 1987, 485 p. (p. 358)
39. PULIDO Aranda, Alberto, El sindicalismo mexicano de vanguardia. la Crónica de 50 años de sindicalismo universitario (1929-1979), STUNAM, México, 1995, 303 p. 8(pp. 196 y 204)
40. SUÁREZ, Luis, Echeverría ne el sexenio de López Portillo, Grijalbo, México, 1983, 320 p. (p. 271)
41. ÁLVAREZ Mendiola, Germán, El movimiento estudiantil en la UNAM, en la década setenta, Tesis para obtener el título de Licenciado en Sociología, FCPyS, UNAM, México, 1985, 476 p. (Agradecimiento por cinco horas de grabación en apoyo a la investigación)
42. SUÁREZ, Luis, Echeverría rompe el silencio. Vendaval del sistema, Grijalbo, México, 1979, 243 p. (pp. 139 y 140)
43. CUADERNOS Políticos, Ediciones Era, México, 1981, 103 p. (p. 86)
ARTÍCULOS PUBLICADOS EN LA PRENSA NACIONAL
44. Milenio. 2000 - 2007. (Versión electrónica)
45. El País. 1994 - 1996.
46. La Jornada. 1991 – 1996.
47. Excélsior. 1989 – 1991.
ARTÍCULOS EN REVISTAS ESPECIALIZADAS
48. ORTEGA Juárez, Joel, Los estudiantes tienen la palabra, en Eutopía, Revista del Colegio de Ciencias y Humanidades para el bachillerato, Segunda Época, No. 1, enero-marzo 2007, 76 p. (pp. 58 y 59 y miembro del Consejo de Redacción)
49. ORTEGA Juárez, Joel, We are America, en MX Sin fronteras, No. 29, mayo 2006, 64 p. (p. 27)
50. ORTEGA Juárez, Joel, Compromisos ineludibles en Nexos, Tema: La izquierda frente al espejo de la ley (y la democracia), No. 336, diciembre 2005, 94 p. (p.60)
51. ORTEGA Juárez, Joel, Nunca más, en Nexos, Tema: Más voces sobre la guerra sucia, No. 321, septiembre 2004, 102 p. (p. 37)
52. ORTEGA Juárez, Joel, Foxismo hoy, Las izquierdas ante la nueva realidad, Nueva izquierda, Año I, No. 6, octubre 2000. (p. 20)
53. ORTEGA Juárez, Joel, El 68 sin historia oficial, entrevista en La Cultura en México, suplemento de Siempre, Tema: 68, No. 2383, octubre de 1998. (p. 66)
54. ORTEGA Juárez, Joel, entrevista sobre México 68, en Imprenta, Año 3, No. 6, noviembre-diciembre 1998. (p. 9)
55. ORTEGA Juárez, Joel, DF: La izquierda gobernante, en La Crisis, 6 al 12 de junio de 1998. (Sección transición en la crisis, p. III)
56. ORTEGA Juárez, Joel, La alternativa y las izquierdas, en La Crisis, 23 al 29 de mayo de 1998. (Sección transición en la crisis, p. II)
57. ORTEGA Juárez, Joel, Fue el último intento de soñar con asaltar el cielo, entrevista en Impacto, No. 2530, 23 de agosto de 1998. (p. 45)
58. ORTEGA Juárez, Joel, No hay líneas divisorias, en Expectativa, No. 1, marzo 1998. (p. 33)
59. ORTEGA Juárez, Joel, La segunda muerte de Colosio, en Expectativa, No. 2, 19 de marzo de 1998, (p. 18)
60. ORTEGA Juárez, Joel, El 68 no debe ser lavadero, en Expectativa, No. 3, 2 de abril de 1998, (p. 20)
61. ORTEGA Juárez, Joel, Vieja izquierda conservadora, en Expectativa, No. 4, 16 de abril de 1998, (p. 14)
62. ORTEGA Juárez, Joel, ¿Qué onda con Cuba?, en Expectativa, No. 5, 30 de abril de 1998, (p. 39)
63. ORTEGA Juárez, Joel, Cambios y retrocesos, en Expectativa, No. 6, 14 de mayo de 1998, (p. 10)
64. ORTEGA Juárez, Joel, El largo y sinuoso camino de las izquierdas hacia la transición democrática, en Expectativa, No. 7, 28 de mayo de 1998, (p. 14)
65. ORTEGA Juárez, Joel, 68 reflexiones, mitos y oportunismos, en La Guillotina, No. 40, Invierno 98. (p. 26)
66. ORTEGA Juárez, Joel, ¿Transición o restauración?, en Origina, Año 5, No. 55, septiembre 1997. (p. 6)
67. ORTEGA Juárez, Joel, La carreta en su sitio, en Origina, Año 5, No. 57, noviembre de 1997. (p. 12)
68. ORTEGA Juárez, Joel, Somos mucho más que dos, en Origina, Año 5, No. 61, marzo de 1998. (p. 10)
69. ORTEGA Juárez, Joel, Abróchese el cinturón, en Origina, Año 5, No. 63, mayo de 1998. (p. 2)
70. ORTEGA Juárez, Joel, Lady Madonna y el 68, en Origina, Año 6, No. 65, julio de 1998. (p. 6)
71. ORTEGA Juárez, Joel, No abaratemos el sueño, en Origina, Año 6, No. 68, octubre de 1998. (p. 2)
72. ORTEGA Juárez, Joel, Competencia de incompetencias, en Origina, Año 6, No. 71, enero de 1999. (p. 8)
73. ORTEGA Juárez, Joel, Escindido el Grupo San Ángel no será igual, entrevista en Mira, No. 237, 26 de septiembre de 1994. (p. 10)
74. ORTEGA Juárez, Joel, Cuba: El sueño ha terminado, en Intermedios, No. 6, febrero-abril 1993. (p. 70)
75. ORTEGA Juárez, Joel, Sin identidad izquierdistas extraviados, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No. 123, abril 2 de 1992. (p. 12)
76. ORTEGA Juárez, Joel, Ni con melón, ni con sandía, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No. 126, abril 23 de 1992. (p. 90)
77. ORTEGA Juárez, Joel, Combinación macabra, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.130, abril 30 de 1992. (p. 44)
78. ORTEGA Juárez, Joel, Cuauhtemismo y cardenismo, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.131, mayo 28 de 1992. (p. 46)
79. ORTEGA Juárez, Joel, Frente al pragmatismo, el debate de ideas, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.132, junio 4 de 1992. (p. 49)
80. ORTEGA Juárez, Joel, Los retos del periodismo independiente, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.135, junio 25 de 1992. (p. 54)
81. ORTEGA Juárez, Joel, ¿Quién es Marcelino Perelló?, La revista, Año I, No. 1, Enero-febrero 1991, (p. 4 a 18)
82. ORTEGA Juárez, Joel, La crisis del Este, inicio del socialismo genuino, en Jueves de Excélsior, Año 67, No. 3514, noviembre 23 de 1989. (p. 36)
83. ORTEGA Juárez, Joel, Lo nuevo y lo viejo en la UNAM, en Fin de Siglo, No. 9, enero 1987. (p. 15)
84. ORTEGA Juárez, Joel, integrante del Consejo de redacción de Foro Universitario, Año I, Época II. (1980-1981)
85. ORTEGA Juárez, Joel, subdirector de Nueva Universidad, Publicación del Centro de Investigaciones y Estudios Universitario, A. C. (1977)
OTROS
86. ORTEGA Juárez, Joel, Antología preparada para el Seminario El Último decenio del Siglo XX, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 1998-2000.
87. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 1997, 273-274 p. (p. 274, La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión designa como Consejeros Electorales … b) supentes: Sexto: Joel Ortega Juárez)
PARTICIPACIONES EN MEDIOS ELECTRÓNICOS
Testimonios de actos públicos y programas de televisión
1. Echeverría en la UNAM, 14 de marzo de 1975. Discurso impugnando a LEA. (Duración 20 min.)
2. Contrapunto, Programa grabado en Washington, D. C., EE.UU., por Televisa, conductor Leonardo Kourchenko, 1995. (2 hrs.)
3. Entrevista a Vicente Fox de Ricardo Rocha, 25 de junio de 2000. (1 h.)
4. Entrevista a Joel Ortega Juárez, en el programa Blanco y Negro, conductores Carmen Aristegui y Javier Solórzano. (15 min.)
5. Apoyo a Vicente Fox, Noticiero de Televisa, conductor Joaquín López Dóriga, mayo de 2000. (3 min.)
1. Joel Ortega Juárez, “El otro camino. Cuarenta y cinco años de trinchera en trinchera”, Fondo de Cultura Económica, México, 2006, 267 p.
2. Joel Ortega Juárez, “El movimiento estudiantil como factor del cambio social. Cuatro casos: 1968; 10 de junio de 1971; CEU: 1986 – Congreso UNAM 1990 y, CGH 1999 – 2000, Tesina para obtener el grado de Licenciatura en Economía, UNAM, México, 2006, 190 p.
3. Joel Ortega Juárez, “El último decenio de la era priísta”, IPN – SEP, México, 2000, 411 p.
COAUTOR
4. ORTEGA Juárez, Joel, Raúl Moreno, Marcelino Perelló, El movimiento (p.31) en Diálogos sobre el 68, Silvia González Marín (compiladora), UNAM, México, 2003, 170 p.
5. ORTEGA Juárez, Joel, Artículos publicados durante 2000, (p. 23) y compilados en Propuestas desde la izquierda al candidato de la transición, Vicente Fox, Col. de artículos, cartas y ensayos del 2000, Raúl Juárez Carro Editorial, México, 2000, 133 p.
6. Ortega Juárez, Joel, Un trigre con colmillos, (pp. 11 y 100) en Asalto al cielo, Océano, México, 1998, 131 p.
7. ORTEGA Juárez, Joel, et al, Testimonios (p. 111) en 1968. Más allá del mito, de Ediciones del Milenio, México, 1998, 153 p.
8. ORTEGA Juárez, Joel, El sindicalismo en la nueva República (p. 35) en Reforma del Estado y sindicalismo, Cuadernos del Seminario No. 15, IESA, México, 1997, 42 p.
9. Ortega Juárez, Joel, La gran reforma laboral pendiente (p.166) en El sindicalismo frente a la crisis y ante la Nación, Memoria, Foro I, IESA – SNTE, México, 1995, 236 p.
10. Ortega Juárez, Joel, La búsqueda de identidad de la izquierda (p. 33) en Hacia un polo de centro izquierda. Primer Foro de Reflexión. Corriente por la reforma democrática del PRD, México, 1995, 63 p.
11. Ortega Juárez, Joel, Revaloración del pensamiento de Carlos Marx, (p.183) en La cada de la hoz y el martillo. Hablan los miembros del Comité Central de Partido Comunista, Edamex, México, 1994, 239 p.
12. Ortega Juárez, Joel, Democracia o barbarie, (pp. 206 y 420) en Chiapas. El alzamiento, La Jornada, México, 1994, 490 p.
13. Ortega Juárez, Joel, El aliado principal del STUNAM son los trabajadores del país, (275 p.) en Solidaridad y el sindicalismo universitario (1972-1980), Foro Universitario, STUNAM, México, 1982, 414 p.
PROLOGUISTA
14. La democracia en México después de la alternancia. Retos y posibilidades, Urías Germán, Gregorio, Porrúa, México, 2003, 139 p.
15. Memorias de un Comunista, Avilés Fabila, René, Gernika, México, 1991, 167 p.
MENCIONES Y CITAS
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24. MUSACCHIO, Humberto, Diccionario enciclopédico del Distrito Federal, Raya en el Agua, México, 2000, 510 p. (p.350)
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27. CASTAÑEDA, Jorge G., La Herencia. Arqueología de la sucesión presidencial en México, Alfaguara, 1999, 550 p. (p. 19)
28. WOLDENBERG, José, memoria de la izquierda, Cal y Arena, México, 1998, 309 p. (p. 182)
29. CASTAÑEDA, Jorge G.,la vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, Alfaguara, México, 1997, 557 p. (p.11)
30. DE LA GRANGE, Bertrand y RICO, Maite, Marcos. La genial impostura, Aguilar, México, 1997, 472 p. (p.375)
31. CASTAÑEDA, Jorge G., Sorpresas te da la vida. México 1994, Aguilar, México, 1994, 173 p. (p. 12 y agradecimientos)
32. TAIBO, Paco Ignacio II, Cárdenas de cerca, Col. México Vivo, Planeta, México, 1994, 157 p. (p. 88)
33. EL FINANCIERO, Unidad de análisis prospectivo, Sucesión pactada. la ingeniería política del Salinismo, Plaza y Valdés, México, 1993, 230 p. (p. 6)
34. LÓPEZ Díaz, Pedro, Capitalismo: Teoría y crisis, Facultad de Economía, UNAM, México, 1993, 263 p. (Dedicatoria)
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36. CARR, Barry, La izquierda mexicana a través del siglo XX, ERA, 1996, 423 p. (p. 288 y 389)
37. DE BORBÓN y Parma, María Teresa, Cambios en México, Tecnos, España, 1990, 286 p. (p. 95)
38. GARCÍA Cantú, Gastón, Años críticos. la UNAM, 1968-1987, Textos de Ciencias Sociales, UNAM, México, 1987, 485 p. (p. 358)
39. PULIDO Aranda, Alberto, El sindicalismo mexicano de vanguardia. la Crónica de 50 años de sindicalismo universitario (1929-1979), STUNAM, México, 1995, 303 p. 8(pp. 196 y 204)
40. SUÁREZ, Luis, Echeverría ne el sexenio de López Portillo, Grijalbo, México, 1983, 320 p. (p. 271)
41. ÁLVAREZ Mendiola, Germán, El movimiento estudiantil en la UNAM, en la década setenta, Tesis para obtener el título de Licenciado en Sociología, FCPyS, UNAM, México, 1985, 476 p. (Agradecimiento por cinco horas de grabación en apoyo a la investigación)
42. SUÁREZ, Luis, Echeverría rompe el silencio. Vendaval del sistema, Grijalbo, México, 1979, 243 p. (pp. 139 y 140)
43. CUADERNOS Políticos, Ediciones Era, México, 1981, 103 p. (p. 86)
ARTÍCULOS PUBLICADOS EN LA PRENSA NACIONAL
44. Milenio. 2000 - 2007. (Versión electrónica)
45. El País. 1994 - 1996.
46. La Jornada. 1991 – 1996.
47. Excélsior. 1989 – 1991.
ARTÍCULOS EN REVISTAS ESPECIALIZADAS
48. ORTEGA Juárez, Joel, Los estudiantes tienen la palabra, en Eutopía, Revista del Colegio de Ciencias y Humanidades para el bachillerato, Segunda Época, No. 1, enero-marzo 2007, 76 p. (pp. 58 y 59 y miembro del Consejo de Redacción)
49. ORTEGA Juárez, Joel, We are America, en MX Sin fronteras, No. 29, mayo 2006, 64 p. (p. 27)
50. ORTEGA Juárez, Joel, Compromisos ineludibles en Nexos, Tema: La izquierda frente al espejo de la ley (y la democracia), No. 336, diciembre 2005, 94 p. (p.60)
51. ORTEGA Juárez, Joel, Nunca más, en Nexos, Tema: Más voces sobre la guerra sucia, No. 321, septiembre 2004, 102 p. (p. 37)
52. ORTEGA Juárez, Joel, Foxismo hoy, Las izquierdas ante la nueva realidad, Nueva izquierda, Año I, No. 6, octubre 2000. (p. 20)
53. ORTEGA Juárez, Joel, El 68 sin historia oficial, entrevista en La Cultura en México, suplemento de Siempre, Tema: 68, No. 2383, octubre de 1998. (p. 66)
54. ORTEGA Juárez, Joel, entrevista sobre México 68, en Imprenta, Año 3, No. 6, noviembre-diciembre 1998. (p. 9)
55. ORTEGA Juárez, Joel, DF: La izquierda gobernante, en La Crisis, 6 al 12 de junio de 1998. (Sección transición en la crisis, p. III)
56. ORTEGA Juárez, Joel, La alternativa y las izquierdas, en La Crisis, 23 al 29 de mayo de 1998. (Sección transición en la crisis, p. II)
57. ORTEGA Juárez, Joel, Fue el último intento de soñar con asaltar el cielo, entrevista en Impacto, No. 2530, 23 de agosto de 1998. (p. 45)
58. ORTEGA Juárez, Joel, No hay líneas divisorias, en Expectativa, No. 1, marzo 1998. (p. 33)
59. ORTEGA Juárez, Joel, La segunda muerte de Colosio, en Expectativa, No. 2, 19 de marzo de 1998, (p. 18)
60. ORTEGA Juárez, Joel, El 68 no debe ser lavadero, en Expectativa, No. 3, 2 de abril de 1998, (p. 20)
61. ORTEGA Juárez, Joel, Vieja izquierda conservadora, en Expectativa, No. 4, 16 de abril de 1998, (p. 14)
62. ORTEGA Juárez, Joel, ¿Qué onda con Cuba?, en Expectativa, No. 5, 30 de abril de 1998, (p. 39)
63. ORTEGA Juárez, Joel, Cambios y retrocesos, en Expectativa, No. 6, 14 de mayo de 1998, (p. 10)
64. ORTEGA Juárez, Joel, El largo y sinuoso camino de las izquierdas hacia la transición democrática, en Expectativa, No. 7, 28 de mayo de 1998, (p. 14)
65. ORTEGA Juárez, Joel, 68 reflexiones, mitos y oportunismos, en La Guillotina, No. 40, Invierno 98. (p. 26)
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67. ORTEGA Juárez, Joel, La carreta en su sitio, en Origina, Año 5, No. 57, noviembre de 1997. (p. 12)
68. ORTEGA Juárez, Joel, Somos mucho más que dos, en Origina, Año 5, No. 61, marzo de 1998. (p. 10)
69. ORTEGA Juárez, Joel, Abróchese el cinturón, en Origina, Año 5, No. 63, mayo de 1998. (p. 2)
70. ORTEGA Juárez, Joel, Lady Madonna y el 68, en Origina, Año 6, No. 65, julio de 1998. (p. 6)
71. ORTEGA Juárez, Joel, No abaratemos el sueño, en Origina, Año 6, No. 68, octubre de 1998. (p. 2)
72. ORTEGA Juárez, Joel, Competencia de incompetencias, en Origina, Año 6, No. 71, enero de 1999. (p. 8)
73. ORTEGA Juárez, Joel, Escindido el Grupo San Ángel no será igual, entrevista en Mira, No. 237, 26 de septiembre de 1994. (p. 10)
74. ORTEGA Juárez, Joel, Cuba: El sueño ha terminado, en Intermedios, No. 6, febrero-abril 1993. (p. 70)
75. ORTEGA Juárez, Joel, Sin identidad izquierdistas extraviados, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No. 123, abril 2 de 1992. (p. 12)
76. ORTEGA Juárez, Joel, Ni con melón, ni con sandía, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No. 126, abril 23 de 1992. (p. 90)
77. ORTEGA Juárez, Joel, Combinación macabra, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.130, abril 30 de 1992. (p. 44)
78. ORTEGA Juárez, Joel, Cuauhtemismo y cardenismo, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.131, mayo 28 de 1992. (p. 46)
79. ORTEGA Juárez, Joel, Frente al pragmatismo, el debate de ideas, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.132, junio 4 de 1992. (p. 49)
80. ORTEGA Juárez, Joel, Los retos del periodismo independiente, en Revista ¡Viva!, Año. 3, No.135, junio 25 de 1992. (p. 54)
81. ORTEGA Juárez, Joel, ¿Quién es Marcelino Perelló?, La revista, Año I, No. 1, Enero-febrero 1991, (p. 4 a 18)
82. ORTEGA Juárez, Joel, La crisis del Este, inicio del socialismo genuino, en Jueves de Excélsior, Año 67, No. 3514, noviembre 23 de 1989. (p. 36)
83. ORTEGA Juárez, Joel, Lo nuevo y lo viejo en la UNAM, en Fin de Siglo, No. 9, enero 1987. (p. 15)
84. ORTEGA Juárez, Joel, integrante del Consejo de redacción de Foro Universitario, Año I, Época II. (1980-1981)
85. ORTEGA Juárez, Joel, subdirector de Nueva Universidad, Publicación del Centro de Investigaciones y Estudios Universitario, A. C. (1977)
OTROS
86. ORTEGA Juárez, Joel, Antología preparada para el Seminario El Último decenio del Siglo XX, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 1998-2000.
87. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 1997, 273-274 p. (p. 274, La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión designa como Consejeros Electorales … b) supentes: Sexto: Joel Ortega Juárez)
PARTICIPACIONES EN MEDIOS ELECTRÓNICOS
Testimonios de actos públicos y programas de televisión
1. Echeverría en la UNAM, 14 de marzo de 1975. Discurso impugnando a LEA. (Duración 20 min.)
2. Contrapunto, Programa grabado en Washington, D. C., EE.UU., por Televisa, conductor Leonardo Kourchenko, 1995. (2 hrs.)
3. Entrevista a Vicente Fox de Ricardo Rocha, 25 de junio de 2000. (1 h.)
4. Entrevista a Joel Ortega Juárez, en el programa Blanco y Negro, conductores Carmen Aristegui y Javier Solórzano. (15 min.)
5. Apoyo a Vicente Fox, Noticiero de Televisa, conductor Joaquín López Dóriga, mayo de 2000. (3 min.)
Joel ORTEGA JUAREZ
Joel Ortega Juárez nació en 1946 en la Ciudad de México, realizó todos sus estudios en la escuela pública. Egresado de la Facultad de Economía de la UNAM. Profesor de la misma de 1975 a1988. Autor del último decenio de la era priista (IPN, 2000),coautor de Diálogos del 68 (UNAM), La caída de la hoz y el martillo (Edamex, 1994) y Asalto al cielo (Océano, 1998). Articulista en Excelsior (1989-1991), La Jornada (1991-1996), El País editado en Madrid (1995- 1997), La Crónica (1998), Milenio Diario (2000 a la fecha). Actualmente es profesor de historia en el CCH-Sur, UNAM. Consejero Suplente del IFE (1996-2003). Militante de la Juventud Comunista (1963-1972). Miembro del Comité Central del PCM (1972-1981) y del PSUM (1981-1987). Fundador y dirigente del SPAUNAM y SUTUNAM. Activista y dirigente etudiantil en la década de los sesenta, en el movimiento del 68 y en la manifestación del 10 de junio e 1971.
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